REFLEXIÓN: Quiero ser arquitecto.

Este segundo texto, se plantea de forma diferente al anterior. Tiene como objetivo ilustrarnos en las cosas que nos deben influir a la hora de querer ser arquitectos. Se plantea como una serie de pautas o consejos que se le puede dar a todas las personas que tengan como uno de los objetivos en su vida estudiar Arquitectura. Y la verdad, es que da algunos consejos que realmente son interesantes, desde el que te anima a llevar un par de cuadernos encima para ir dibujando y reflexionando sobre todo lo que ves, hasta aquel que te dice que debes leer, y mucho, y de muchas temáticas diferentes.

Porque para el autor, un futuro estudiante de arquitectura, debe de ser una persona que tenga inquietudes, que sea creativo, que sea un artista y que sea además técnico. Para Campo Baeza, ser arquitecto es una carrera muy completa que tiene algo de médico, de cocinero y de poeta. Desde luego que al leer estas palabras me hace entusiasmarme sobre la profesión que en estos momentos estoy eligiendo, nunca me lo había planteado de esa manera, y es una visión “mágica” de la Arquitectura que me encanta.

Cuando he empezado a leer el apartado correspondiente a cómo se estudia la carrera, me ha gustado especialmente el que se refiere a la importancia de los Proyectos como manera preferida de conseguir que los estudiantes consigan los objetivos más importantes de sus estudios en arquitectura. Me parece interesante y a la vez dota de un dinamismo a la carrera que quizá otros estudios no lo tengan.

También hace referencia las estructuras, ya que sin una buena base, un edificio no se sustentaría. Es importante lo que se ve por fuera, que es lo que normalmente te llama la atención al observarlo, pero sin una buena estructura en su interior, lo de fuera no tendría sentido, de hecho, sería inútil.

Y para terminar, realiza una serie de consejos de lo que debe hacer un futuro estudiante de arquitectura, y uno en especial me ha llamado la atención, la construcción de maquetas. Es algo que desde pequeño me ha encantado y aún hoy en día me gusta “perder horas” construyendo algunas estructuras o mecanismos, dándoles vida a partir de pequeñas piezas para al final recrear algo más grande, especial y único. A veces, las aficiones de una persona le están marcando el camino, para ser, como dice el autor, un “arquitecto de sueños”.