En el siglo IV d.C. aparece la arquitectura Bizantina, esta destaca por tener muchísimo cuidado con el interior y sus exteriores muy discretos. Se utilizó mucho la piedra espoliada en los edificios más antiguos por falta de tiempo y por ahorro. Un ejemplo de esta arquitectura es Santa Sofía, esta representa una unión entre la Iglesia y el Imperio. En su interior se buscaba crear una imagen mística del cielo, que fuera distinta al mundo cotidiano. Otra de las cosas en la que destaca la arquitectura Bizantina es en la arquitectura militar, utilizaban matacanes en los caminos de ronda desde donde tiraban sobre los atacantes todo tipos de proyectiles.
La arquitectura prerrománica se divide en 4 etapas. La primera eran los Longobardos, eran poblaciones romanizadas convertidas al cristianismo. Tenían muy poca tradición arquitectónica y tenían una gran formación en orfebrería. La segunda etapa fueron los Visigodos, en esta se desarrolló una arquitectura eclesiástica que retoma el modelo de la basílica tradicional y delinea una tipología a planta central con formas másicas. La tercera etapa fueron los Carolingios, estos se caracterizan por la voluntad de reafirmar el arte clásico en el objetivo de emular el imperio romano. La cuarta y última etapa de la arquitectura prerrománica fueron los Sajones, estos se dedicaron a la construcción de edificios religiosos como abadías y catedrales inspiradas en las basílicas romanas y empleando también las dobles ábsides.
Entre los siglos VIII y XV destacó la arquitectura islámica, la cual se desarrolló en gran parte de la Península Ibérica. Esta arquitectura utilizaba las torres como elementos defensivos y el agua en los jardines como decoración. Por último, en la arquitectura Islámica no podían faltar las mezquitas y los baños con fines higiénicos y religiosos.
Mientras tanto, entre los siglos X y XII surgió la arquitectura románica, esta se caracteriza por el uso del arco redondo y las bóvedas romanas, las cuales necesitan el engrosamiento de los muros frente al uso de pilares y la adjunta de contrafuertes. Como consecuencia a las cruzadas, los peregrinajes y otras causas, el románico se difundió por toda Europa, dando lugar a multitud de variantes.
La siguiente etapa fue la arquitectura gótica que surge de una clase media artesana y comercial, la cual se transformará en promotora del arte y de la arquitectura. Lo que más destaca de esta arquitectura son los arcos de media punta, los cuales ayudaban a absorber el peso de manera vertical y no de manera lateral. Las catedrales góticas supusieron un gran cambio de prueba para la experimentación arquitectónica incluyendo una serie de mejoras como son los arcos apuntados y bóvedas nervadas de crucería. En los edificios civiles destacaron ayuntamientos, palacios señoriales, universidades, fortalezas, baluartes, puentes…
Durante la época renacentista resaltaron 4 arquitectos: Filippo Brunelleschi redescubrió las leyes de la perspectiva formulando las bases de la perspectiva matemática. Su obra más conocida es la cúpula de la catedral de Florencia que por su tamaño y diseño es un hito en la ciudad; León Battista Alberti tiene obras edificadas en Florencia, Rímini y Mantua. Una de sus obras es el Templo Malatestiano que es una remodelación de una iglesia gótica con todas las proporciones y lenguajes clásicos; Andrea Palladio diseñó más de 40 villas campestres que construyó en los alrededores de Venecia y Vicenza. Estas villas destacaban por el uso de la cúpula, la cual hasta entonces solo estaba reservada para las iglesias; Michelangelo Buonarroti ilustra las transición entre el renacimiento y el manierismo con obras muy importantes donde se ve que utiliza los elementos clásicos transformándolos o manipulándolo.
Dentro de la época barroca, tenemos a dos arquitectos que resaltaron. Gian Lorenzo Bernini es el principal modelo del Barroco arquitectónico en Europa. Su arquitectura persigue el impacto emocional, un ejemplo es la transformación de la Capilla Cornaro en un pequeño teatro, el cual tiene unos palcos laterales; Francesco Borromini es el más original y revolucionario arquitecto del siglo XVII. Este arquitecto tuvo una arquitectura muy admirable ya que sus obras se basaban en simples elementos geométricos, ya sean triángulos, círculos y elipses. A parte de estos dos arquitectos, hubo una corriente artística la cual obtuvo relevancia, el rococó. El rococó se distingue por utilizar una decoración de interior frívola y superficial. Estos interiores cálidos y de ensueño contrastaban con las condiciones de suciedad y falta de higiene en el exterior.
En el siglo XVIII hubo un estilo neoclásico el cual estuvo vinculado a la idea de servicio público y funciones educativas de los edificios, así como edificios públicos grandes y alargados con soportales para favorecer reuniones o instalaciones de artesanos. Algunos arquitectos franceses reinventaron una arquitectura de formas geométricas puras para expresar la función interior y propusieron una revolución arquitectónica siendo en cierto modo pioneros de la arquitectura moderna.
En el siglo XIX en respuesta al rumbo de evasión al subconsciente y romántico nace una nueva visión del arte más realista que evidencia las condiciones de la sociedad con una cruda realidad, este es el realismo.
El siglo XX se divide en 4 partes, la primera es el Art Nouveau o Modernismo. Este no duró mucho a causa del gran coste de los materiales y hacia 1910 se fue apagando. En Valencia, hay ejemplos de obras modernistas como puede ser la Estación del Norte y el mercado de Colón.
Un arquitecto de este movimiento fue Antonio Gaudí, el cual hizo obras en Barcelona como la Casa Batlló. En la segunda parte del siglo XX la arquitectura se vuelve más expresionista y futurista. Antonio Gaudí también siguió esta etapa expresionista y diseño la Casa Milà.
Para la tercera etapa del siglo, el constructivismo se caracterizó por rechazar el exceso de carga decorativa y el resultado fue una arquitectura basada en la simplicidad. Le Corbusier añade a los principios del racionalismo cinco puntos y Mies van der Rohe amplia la gama cromática, los acabados de las texturas y el color natural de los materiales. La última etapa de este siglo fue a partir de 1950 donde se empezó a verse y a utilizar el Movimiento Moderno. En esta época, los arquitectos no seguían un movimiento arquitectónico específico y cada uno tenía una expresión individual arquitectónica diferente.