El patrimonio cultural es el conjunto de bienes adquiridos por herencia, por título…, que son relativos a la cultura de algún lugar. La cultura a su vez en el conjunto de modos de vida, costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
La identidad cultural es el conjunto de rasgos intangibles que pertenecen y definen a una colectividad.
Conservar, es un método para no perder los valores de la identidad cultural. Para conservar, antes hay que conocer cuáles son los bienes culturales de un pueblo. Todos los bienes contenidos en catálogos deben ser protegidos y conservados. Pero no solo estos, ante cualquier actuación que hagamos como arquitectos, debemos pensar al valor del bien sobre el cual vamos a intervenir antes de decidir el tipo de intervención.
Hay que cuidar todos los aspectos de un edificio, estos son: materia, técnicas constructivas, formas y dimensiones, colores, materiales y texturas, carácter, uso, entorno y significados.
Para poder conservar, tenemos que llevar a cabo unas acciones de intervención.
–Preservar: acciones de este tipo son la disminución del flujo de turistas que entran en el monumento o la reducción del tráfico rodado cercano para evitar emisiones de gases contaminantes.
–Mantener: es una de las acciones de la conservación más recomendadas para no tener que restaurar o realizar acciones más radicales.
–Consolidar: es una manera particular de conservar, reforzando elementos estructurales.
–Reparar: dejar en buen estado un objeto que estaba roto o deteriorado.
–Restaurar: intervención directa sobre el monumento cuya finalidad es mejorarlo sin incurrir en alteraciones o falsificaciones de su naturaleza documental.
–Rehabilitar: habilitar de nuevo o restituir una cosa a su antiguo estado de eficiencia o funcionalidad.
–Reconstruir: procedimiento de reconstrucción integral o parcial del edificio.
–Anastilosis: designar las operaciones de recomposición in situ de las partes o materiales caídos y dispersos en el lugar.
–Ripristinar: devolver al monumento a su estado original eliminando los añadidos o fases posteriores.